Paraguay: 2 de los partos diarios son en adolescentes

06.11.2013 14:36

De acuerdo al Fondo de Población de las Naciones Unidas, en el informe de Estado de la Población Mundial 2013: Maternidad en la niñez, enfrentar el reto del embarazo en adolescentes, dado a conocer el 30 de octubre, en más de 150 países del mundo, dos de los partos diarios que se producen en Paraguay son de Adolescentes.. 

 
“Cuando una adolescente queda embarazada, cambia radicalmente su presente y su futuro, y en rarísimas ocasiones lo hace para bien”. señala en el informe Babatunde Osotimehin, Director Ejecutivo del Fondo de Población de Naciones Unidas UNFPA.
 
El embarazo adolescente sucede en todos los rincones del mundo; sin embargo, las niñas pobres, sin educación, de minorías étnicas o de grupos marginados, y de áreas remotas y rurales, son, al menos, tres veces más propensas a quedar embarazadas que sus pares educadas y de las zonas urbanas.
 
Barreras en el acceso a la educación sexual, y a servicios de salud que incluyan métodos de anticoncepción, así como la aceptación del matrimonio o las uniones tempranas, favorecen el nacimiento de 7.5 millones de bebés de mujeres adolescentes cada año.
 
La gran mayoría de los embarazos adolescentes no responden a una decisión de la mujer, y no eran buscados o deseados en ese momento. Mantener a las niñas en el colegio es una barrera protectora frente a los embarazos tempranos. En América Latina se cree que el número anual de abortos inseguros entre las adolescentes de 15 a 19 años, alcanza un número de 670 mil.
 
Según el reporte, las adolescentes embarazadas aumentan su riesgo de pobreza, de exclusión y de dependencia, a lo que suman las consecuencias inmediatas para su salud y la de su hijo. En el mundo, 200 adolescentes mueren cada día en el parto, siendo la causa del 2% de muertes en las menores de edad. Recordemos que las adolescentes tienen el doble de riesgo de morir por causas relacionadas al embarazo y el parto.
 

La educación, clave para evitar los embarazos adolescentes

Se ha comprobado que la retención de las niñas y adolescentes en el sistema educativo es un factor clave que permite el retraso del embarazo adolescente. Así, las chicas con mayor permanencia en instituciones de enseñanza tienen tres veces menos probabilidades de embarazarse que las que abandonan de manera temprana la escuela o que no asisten a la misma.
 
La educación les ofrece las herramientas necesarias para informarse y capacitarse y les da la oportunidad de tomar las decisiones correctas para planificar sus vidas, potenciando su pleno desarrollo e  incrementando sus posibilidades de recibir en el futuro una mejor remuneración por su trabajo. Se estima que cada año escolar protege entre un 5 a un 10% contra el embarazo adolescente. Una adolescente  embarazada tiene menos posibilidades  de ir a clases porque es estigmatizada o porque las escuelas lo prohíben. Entre más tiempo permanezcan alejadas de las aulas menor será la posibilidad de que retornen al sistema educativo. Esta condición las aleja de las posibilidades de un trabajo formal y un desarrollo humano sostenido y exitoso tanto para ellas como para sus hijos/as, lo que, produce un fuerte impacto económico en las sociedades.
 
Según datos oficiales el 20% de los embarazos en nuestro país corresponde a adolescentes. Acorde a la Dirección General de Información Estratégica en Salud del Ministerio de Salud Pública, el embarazo en adolescente presenta una tendencia ascendente desde el año 2000. Si bien ha bajado en el grupo de 14 a 19 años, entre el 2009 y el 2011 hubo un incremento en el registro de la cantidad de nacidos vivos de madres de 10 a 14 años, pasando de 590 a 611. Esto representa un aumento del 4%.
 
Dos de los partos diarios que se registran en el país corresponden a adolescentes de 10 a 14 años y en el grupo de adolescentes de 15 a 19 años la situación no es mejor: se ha duplicado el número de muertes entre el 2010 y 2011, pasando de 7 a 14 casos (pasa de 6,7% a 15,16% del total de muertes maternas).
 
A esto se suma que existen marcadas diferencias según el área de residencia de las adolescentes, algunas por debajo de la media y muchas por encima. Asunción y Central son las zonas del país con menor nivel de embarazos adolescentes de 10 a 19 años, y que incluso presentan una tendencia descendente. Así en Asunción, el porcentaje de madres adolescentes en el año 2000 era de 16,6 % y para el 2011 bajó al 14%, mientras que en el departamento Central, ese mismo año era de 17,3 % y para el 2011 bajo al 16,6%. Si bien no existen estudios de este hecho, la causa podría deberse a diversos factores como por ejemplo el mayor nivel de instrucción, el mayor acceso a información sobre salud sexual, y la mayor disponibilidad de centros asistenciales y de métodos de planificación familiar.
 
Por el contrario las regiones que presentan los mayores niveles de embarazo adolescentes son el Chaco y la zona Norte. Así el departamento con el más alto porcentaje es Alto Paraguay, que presenta un porcentaje de 30,7% de embarazos adolescentes, le sigue Canindeyú con 27,7%. Luego están Amambay con 27% de adolescentes embarazadas, Boquerón con 25,4% y Pdte. Hayes con 25%. Es claro que las mayores tasas de registro se dan en las zonas más vulnerables y en la que se presenta una débil institucionalidad.
 
El cambio se produce desde el Estado, la familia y la sociedad. El informe señala que el primer paso para la prevención del embarazo adolescente, se debe originar en los propios Estados que deben asumir de manera integral la garantía de los derechos sexuales y reproductivos que deben ser protegidos, políticamente, social y culturalmente, y materializados en oportunidades reales de desarrollo: salud, educación, recreación, proyección de vida. 
 
Bajo estas circunstancias y conociendo que el embarazo adolescente es multicausal, la respuesta tiene que ser multidimensional y orientada al empoderamiento de las niñas, especialmente de las más pobres y en condiciones de vulnerabilidad. Estados, sociedad civil, organismos internacionales padres y madres, maestros y comunidades deben ser parte de la prevención de los embarazos tempranos, pero ante todo de la garantía de los derechos de las niñas y adolescentes.
 
Fuente: UNPFA
 
Foto: Informe Estado de la Población Mundial 2013